viernes, 21 de noviembre de 2008

EL DIA DEL PUEBLO GITANO


El pasado día 16 fue la fiesta del pueblo gitano. Me había invitado Kale dor Kayiko a su fiesta pero por circustancias familiares no pude ir. En mi trabajo tengo que mantener una relación un tanto chocante con varias familias gitanas. De alguna manera soy un perseguidor suyo para que sus hijos no falten a clase Esta relación no ha creado en mí ningún sentimiento de rechazo ni de desprecio como pasa en un notable espectro de población. Sí he de confesar que a veces me invade una cierta sensación de hartazgo. Uno tiene que oír un montón de veces las mismas disculpas, los mismos cuentos, el mismo teatro. Porque, eso sí, cuando les llamas a capítulo le echan un teatro... vamos que son actores por genética. Muchos de ellos no se podrán creer que, con lo perseguidor que me pongo, lo hago por un profundo respeto y por un sentimiento arraigado de educador que me hace sentirme desasosegado pensando que esos críos está quedándose sin futuro ya. Y esto significa que un sector del pueblo gitano tiene su porvenir en riesgo.


A decir verdad el absentismo ha bajado considerablemente en relación con épocas anteriores, pero aún no ha arraigado el convencimiento de que sin formación no hay perspectivas para labrarse un futuro digno ni para crear nuevas iniciativas laborales o mejorar su imagen social. Muchos padres se conforman con una formación elemental cuando no rudimentaria. Y uno tiene que oír que total ellos no saben mucho más y no les ha hecho falta... Nunca entenderé cómo un padre se pueda conformar en que su hijo o hija no le supere en conocimientos, en preparación para la vida. No son conscientes, o no quieren verlo, de que esto de la evolución social va a mil por hora.


A este respecto tenemos que escuchar últimamente el argumento demasiado socorrido de que tienen que conservar sus tradiciones, su identidad de pueblo... No creo que sea una identidad de pueblo mantenerse en la marginalidad, en la ignorancia o en rechazar los avances sociales de la sociedad actual que se ofrecen a todos por igual. El pueblo judío también conserva sus tradicones, su lengua, su religión y sus costumbres estríctas pero por eso no se han quedado anclados en el siglo XIX, sino que son punteros en muchos terrenos de la ciencia y de la economía, claro. Quizás en las asociaciones y en los cultos gitanos tendría que empezar a escucharse un tipo de discurso que haga ver que la fidelidad a la identidad de pueblo pasa por mirar más al futuro que para un sector importante de familias preveo bastante crudo si no se ponen al día.


En realidad me he puesto a escribir este artículo porque hoy he venido a casa con el estómago encogido. Entre otras cosas me he enterado de otro caso más a sumar a la lista de críos que tiene hijos o ya están embarazadas. En mi pequeño escenario de Barakaldo ya tengo contabilizados 10 u 11 casos, no quiero pensar en cuántos podrá haber por ahí. Me parece de una crueldad increíble haber permitido que unos críos de 15 ó 16 años se hayan metido en un callejón sin salida de estas dimensiones con toda la incosciencia del mundo. Las ONGs están haciendo campañas en países del Tercer Mundo para atrasar la edad de matrimonio de las niñas y aquí nos tenemos que desayunar con noticias de éstas. A quién se le puede pasar por la cabeza que en el siglo XXI puedan mantener una familia y responder de una crianza correcta de los hijos..


Esto trae consigo una consecuencias irreparables para ellos y provoca que situaciones que ya estamos viendo con impotencia se agraven. Por ejemplo, yo conozco tres casos, pero alguien me pude decir cuántas abuelas hay hoy en Bizkaia con una nube de nietos a su cargo. Consider heroicas a estas mujeres que acaban cargando con los despropósitos de su familia, pero ¿hasta cuándo van a poder aguantar esa carga? ¿Qué van a poder hacer cuando esos niños lleguen a la adolescencia?Estos menores con prerrogativas de adultos, pero con la cabeza llena de pájaros, tendrán que seguir viviendo de las ayudas públicas y de la caridad. No creo que sea desable para el futuro del pueblo gitano seguir cronificando una dependencia de este tipo que a veces resulta ya insultante. Los patriacas o responsables de culto se han preguntado por qué se dan cada vez más casos de fugas y con edad más temprana y por qué aumentan las separaciones, cosa antes casi impensable. No entiendo cómo dentro de la cultura gitana cada día se ve más falta de autoridad o menos compromiso en poner las cosas en su sitio a los hijos...


Espero que no recurran a la tan manida respuesta de "los jóvenes se están apayando". Pienso que quien se conforme a estas alturas con disculpas así tan simplonas, no ve o no quiere ver que hay otros problemas de fondo. Algo se le está yendo de las manos a un sector del pueblo gitano que, visto desde mi mirador, da la impresión de ser mayoritario, al menos en la zona que conozco.

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