jueves, 11 de junio de 2009

PANEM ET CIRCENSES


Pan y circo en época del imperio romano era la receta para tener a la plebe en paz. Futbol y toros decían que era la fórmula del franquismo. Hoy vamos de recortes y ya solamente hace falta el futbol. Acabo de escuchar que el nuevo presidente del Real Madrid se ha gastado más de 200 millones de euros en sus tres primeros fichajes. El del famoso Cristiano -que debería renunciar al nombre por respeto al resto de cristianos- le ha costado comprarle 95 millones de euros y su ficha es de 5 años por la friolera de 9,5 millones por temporada... y no han hecho más que empezar.Desde el punto de vista futbolístico no me imagino quién va a ser el guapo que haga trabajar o que ponga en su sitio a unos tipejos con semejante caché, ni qué defensa se va a atrever a meter la pierna, ni qué arbitro les va a amonestar...

Lo más impresionante es que piensan sacar más dinero del que están invirtiendo. Además de ganas de vomitar - con perdón- no entiendo nada ¿Se gasta todo esto para ganar partidos o para aprovecharse del fanatismo futbolero y amasar fortunas? Y, sobre todo, este despropósito propio de megalómanos me parece un insulto a la ciudadanía tanto aficionada al futbol como no, un dispendio sin precedentes en un momento de crisis mundial como éstos y un desprecio en toda regla a los que están quedándose sin trabajo, sin piso por falta de inversiones o de créditos. Por otra parte, me queda la pregunta del millón, nunca mejor dicho ¿Quién avala este trasiego de millones, los mismos que niegan el pan y la sal a PYMES, a jóvenes emprendedores, a obras sociales? ¿Los mismos que quieren arreglar sus pufos con inyecciones desorbitadas de los herarios públicos?


En fin, si además me pongo a pensar en la infinidad de programas que se podrían poner en marcha, acabaría poniéndome enfermo, así que mejor lo dejo. Siempre he sido moderamente antimadridista, a partir de ahora creo que lo seré radicalmente y con motivos más que de sobra. Será un placer poder ver algún día que ese conglomerado de semidioses, catapultados al olimpo de los multimillonarios por un magnate de la desfachatez, acabe como el rosario de la aurora, su mentor arruinado y no huelan ni un solo título. Por favor, que no llamen futbol a esto.

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