viernes, 25 de diciembre de 2009

CAMBIO DE DIRECCIÓN



La Navidad, a parte de lo que suponga actualmente en el contexto social, no deja de ser el resultante de la fusión de dos factores principales. Por una parte el añadido mitológico a la figura de Jesús en los evangelios y, por otra, la fiesta familiar de los romanos. Si a éstos se les condimenta con otras tradiciones particulares heredadas de los antiguos pueblos nos da como resultado las variedades de celebraciones y festejos según la tierra que pisemos. Pero en realidad lo que ha marcado el significado de estas fiestas y, sobre todo, el devenir de la historia del cristianismo es uno de los evangelios que no trae precisamente las narraciones del nacimiento. Mejor dicho, no fue el evangelio en sí, si no las interpretaciones que se hicieron de él que han llegado a convertirse en doctrina intocable de las iglesias cristianas . El evangelio de Juan comienza, en vez de con los cuentos de la infancia, con un expléndido poema cargado de simbolismo y de un mensaje profundo dirigido a los que no aceptaron ni a la persona ni al mensaje de Jesús.


En este poema se simboliza la figura de Jesús con un ente de la tradición helenística, el "logos". Esto convierte a Jesús de Nazaret en un ser que era parte de Dios y desciende de lo alto para salvarnos. Pero esto ha llevado a una pequeña confusión porque se ha perdido de vista que una introducción se escribe cuando se ha terminado el texto y se quiere dar una visión global del mismo, según el pensamiento del autor. Tendríamos que tener en cuenta que el que descienda no implica que existiera antes arriba - prexistencia lo llaman -, también cabe la posibilidad de interpretar que su Padre Dios le hizo Hijo y le asumió como parte suya, por lo que podemos decir que nos lo había enviado. De lo que tenemos constancia es que Jesús fue un paisano como nosotros, incluso que para sobrevivir no lo tuvo tan fácil como ahora lo tenemos, y nos transmitió una experiencia personal que nos ha llevado a afirmar que es el camino para encontrarnos en Dios con nosotros mismos, con los que nos toca compartir la vida, con nuestro mundo...


Así pues, el dicho típico de estas fechas que Dios ha nacido no deja de ser una simplifación peligrosa. Está bien sentir que Dios está en medio de nosotros, pero eso de que se personifique en un hombre para darnos la solución de todo va mucho. Y es que la vida nos va enseñando que las soluciones o los arreglos no nos vienen dados y menos de lo alto. El camino de Jesús empezó desde "abajo" - y muy abajo, que vaya dónde nació -, en unión con los de abajo - que vaya tropa se buscó de acompañamiento - hacia "arriba", esto es, hasta que Dios lo asumió como Hijo. En un principio la expresión "el Verbo se hizo carne" fue para mí una clave importante para orientar mi vida, pero hoy estoy convencido de que en realidad es mejor confesar que "la carne llegó a ser Verbo". El orden de factores no altera el producto, pero sí el procedimiento a la hora de entender la figura de Jesús y de asumir su seguimiento. El credo cristiano dejaría de consistir así en recitar ciegamente una serie de conceptos metafíscos totalmente ininteligibles para el hombre de hoy e hilados a base de concilios, cismas y sesudas elucubraciones. Dios nace donde ponemos nuestra carne para generar vida. De este modo podemos ser también algo de "Verbo" y Él nos puede asumir como parte suya para dar sentido y fecundidad a lo que hacemos y para plenificar nuestra vida, al igual que lo hizo con Jesús.


Al mismo tiempo, estas consideraciones que pueden parecer estríctamente teológicas, aunque dichas en román paladino, tienen su alcance en la vida corriente. No hacía falta, por ejemplo, esperar al final de la cumbre de Copenaghen para saber que los políticos no iban a conseguir ningún acuerdo satisfactorio, ni nos iban dar solución alguna. Sin embargo el éxito ha sido que se hayan tenido que reunir una vez más sintiendo el hálito de millones de ciudadanos detrás de sus orejas exigiéndoles soluciones para el futuro del planeta y de las próximas generaciones ¿Quién se lo iba a decir a aquellos denostados ecologistas considerados como lunáticos cuando empezaron a hablar de la capa de ozono, de reciclaje, de calentamiento...? Pero gracias a ellos se puso en marcha una conciencia y un movimiento imparables y hoy en día es un clamor universal. De la misma manera, mucha gente sigue esperando que la solución a sus problemas venga de las instituciones, de los gobiernos, de las iglesias ¿Dónde están la soluciones al hambre y la erradicación de la pobreza que los grandes de la tierra tenían prometidas cumplir para el 2005? Ya lo dijo Vicente Ferrer, no lo van a conseguir nunca porque la solución está en manos de los ciudadanos y lo está demostrando en Anantapur. Y como él otras tantas ONGs o inciativas ciudadanas...desde abajo, paso a paso.

1 comentario:

  1. Brillante, sencilla y muy sugerente entrada. Una buena forma de empezar el año. Desde abajo ... Me gusta.

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